Entradas

Mostrando las entradas de mayo, 2025

DIARIO DE UNA MUJER EN PROCESO: CUANDO LA TIROIDES TE SACUDE EL ALMA🫰🏻

Diario de una mujer en proceso: Cuando la tiroides te sacude el alma Hoy quiero abrir mi corazón y compartir algo que no se ve a simple vista, pero que ha marcado una gran parte de mi vida: mi lucha con la tiroides. Fui diagnosticada con hipertiroidismo hace más de una década. En ese momento, la opción médica fue someterme a una yodoterapia para frenar la actividad acelerada de mi glándula. Lo que no sabía es que eso me dejaría con el diagnóstico contrario: hipotiroidismo permanente. Desde entonces, mi cuerpo depende completamente de la Levotiroxina para funcionar. Lo que parecía un tratamiento “definitivo” dio paso a una batalla más silenciosa y compleja: la lucha con la fatiga crónica, la fluctuación de peso, la niebla mental, la caída del cabello, la ansiedad sin razón aparente y una sensación constante de estar sobreviviendo más que viviendo. Lo más difícil ha sido aceptar que, a pesar de tomar mi medicamento diariamente, no siempre me siento bien. Y lo más desconcertante es cuando...

CUANDO EL ALMA PIDE SER VISTA

Hay días en los que subo una foto, comparto un logro o una parte de mi historia… y me quedo esperando. Espero los “me gusta”, los comentarios, esa pequeña señal de que alguien me vio, de que no estoy sola, de que lo que hago importa. Y no porque busque ser famosa o figurar, sino porque —en el fondo— anhelo ser amada, validada, aceptada. ¿Te ha pasado? A veces no es solo en redes. Puede ser en casa, en la familia, en una amistad… donde sentimos que damos mucho, pero recibimos poco. Que nadie nota el esfuerzo, el cambio, la lucha interna. Y ese vacío empieza a doler. ¿Por qué sentimos esa necesidad de ser vistos? Porque fuimos creados para vivir en conexión, para amar y ser amados. Pero cuando esas necesidades emocionales no se nutren a tiempo, comenzamos a buscarlas en otros lugares: en el rendimiento, en la imagen, en los aplausos. Y ahí es donde la validación externa se convierte en una necesidad constante, casi adictiva. Pero quiero decirte algo que también me repito a mí misma: tu v...

CUANDO EL AMOR NO FUE SUFICIENTE: APRENDE A SOLTAR

A veces, el amor no se acaba por una gran herida, sino por la constante falta de atención. Se desgasta en los detalles olvidados, en las necesidades ignoradas, en la sensación de estar presente pero no vista. Cuando alguien decide soltar, rara vez es por impulso. Es el resultado de haberse sentido sola durante demasiado tiempo, incluso estando acompañada. No se trata solo de lo que quería o necesitaba. Se trata de lo que su alma pedía en silencio: conexión, cuidado, presencia genuina. Porque aunque las palabras pueden prometer mucho, son las acciones diarias las que revelan lo que realmente importa. Y cuando esas acciones no reflejan amor, compromiso o respeto, el corazón empieza a cerrar ciclos. -"Alejarse, entonces, no es un acto de rebeldía ni de frialdad". -"Es un proceso de sanación". -"Un movimiento necesario para recuperar la paz que se perdió esperando algo que nunca llegó". Y cuando esa decisión se toma, no hay espacio para regresos llenos de arre...

VIVE TU MUNDO DE INTENCIONES

 Vive tu mundo de intenciones Hay una gran diferencia entre existir y vivir con intención. Muchas veces despertamos, respiramos, hacemos tareas, publicamos contenido, hablamos con otros… pero no nos detenemos a preguntarnos por qué lo hacemos. Así se nos van los días, como hojas arrastradas por el viento, sin dirección clara. Pero cuando decides vivir tu mundo de intenciones, todo cambia. Ya no caminas por costumbre, caminas por propósito. Ya no reaccionas a la vida, la construyes desde adentro. Tus palabras, tus actos, tu presencia… todo comienza a tener un por qué y un para qué. Tu mundo de intenciones nace en lo profundo de tu corazón, donde habita Dios y donde se encienden tus verdaderos anhelos. Es ese espacio interior donde sabes que fuiste creada para algo más que sobrevivir. Fuiste creada para transformar, para dejar huella, para sanar y ser puente. Vivir con intención no significa tenerlo todo bajo control. Significa vivir despierta, conectada con tu esencia, con tu fe y c...

REALIDAD

 Me estoy acostumbrando a tu manera de estar. A ese cariño a medias, a esa conexión que se siente, pero no se confirma. Estoy aprendiendo a guardarme lo que siento, a no correr con mil planes en la cabeza, a dejar de imaginarte como parte de mi todo. Porque tú estás… pero a ratos. Y yo, que soy fuego y piel, me estoy apagando a ritmo lento, para no arder sola. Así que sí... estoy queriéndote sin tanto apego, dejando que seas tú quien marque el paso, aunque eso signifique… frenar mis ganas de darte hasta lo que no me pides. Anónimo 

Reflexión: “Cuando entendí que no era amistad, era control emocional”

 Reflexión: “Cuando entendí que no era amistad, era control emocional” Durante mucho tiempo creí que quien aparecía y desaparecía, quien me buscaba solo cuando necesitaba algo, era un amigo. Pensé que el cariño intermitente era cercanía, y que justificar sus desplantes era lealtad. Pero con el tiempo comprendí algo profundo: la verdadera amistad no confunde, no manipula, no hiere con silencios ni palabras disfrazadas. Hay personas que no están dispuestas a ser verdaderos amigos, pero tampoco quieren perderte. Te buscan cuando les conviene, te ignoran cuando no. Te llenan de afecto un día y al siguiente te hacen sentir invisible. Si no estás emocionalmente atenta, puedes entrar en un ciclo donde das más de lo que recibes, y te culpas por sentirte mal. Ese día desperté y entendí: no era amistad, era control emocional. Era medir si aún tenían poder sobre mí. Era una forma de usar el vínculo como refugio momentáneo, no como una conexión genuina y recíproca. Y cuando lo vi claro, puse d...

Reflexión: “Cuando entendí que no era amor, era control emocional”

 Reflexión: “Cuando entendí que no era amor, era control emocional” Durante mucho tiempo confundí el interés intermitente con amor. Pensé que si alguien volvía, aunque fuera solo para un mensaje, un gesto cariñoso o una mirada, era porque aún le importaba. Pero con el tiempo comprendí algo profundo: el verdadero amor no juega con la mente, ni mide su poder manipulando emociones. Hay personas que no están dispuestas a amarte, pero tampoco quieren soltarte. Van y vienen. Te acercan con ternura y luego te empujan con desprecio. Y si no estás despierta emocionalmente, entras en un ciclo donde te pasas justificando, esperando, aguantando… hasta que un día despiertas. Ese día entendí que no se trataba de amor, se trataba de control emocional. De medir si aún tenían poder sobre mí. De lanzar una frase hiriente disfrazada de consejo. De hacerme dudar de mis sentimientos. De llamarme cuando necesitaban validarse, no cuando querían construir algo conmigo. Y cuando lo vi claro, ya no pude seg...

“Entre pantallas y emociones: ¿quién dirige mi atención?”

Vivimos en una época donde basta un clic para sumergirnos en historias ajenas. Programas, redes sociales, noticieros, realities, tendencias... todo está diseñado para captar nuestra atención, despertar emociones y mantenernos conectados, aunque muchas veces desconectados de nosotros mismos. No es casualidad que pasemos horas hablando de lo que vimos, opinando sobre la vida de personas que no conocemos, defendiéndolas o criticándolas con una intensidad que a veces ni siquiera usamos para defender nuestros propios sueños o revisar nuestras emociones. La vida virtual es poderosa. Tiene la capacidad de entretenernos, informarnos e incluso inspirarnos. Pero también puede robarnos el enfoque, distraernos de nuestro propósito y alimentar emociones que ni siquiera nos pertenecen. En medio de tantos estímulos, vale la pena preguntarnos: ¿quién dirige mi atención? ¿Estoy invirtiendo mi energía o simplemente gastándola? A veces, detrás de ese “solo por un rato” se esconden horas que dejamos de de...

LA AMBIVALENCIA DEL ALMA

 Hay una lucha que no se ve, pero que sentimos cada día. Es silenciosa, pero ruidosa en el corazón. Es la batalla entre el deseo humano y la voluntad divina. La ambivalencia no siempre es confusión; muchas veces es la manifestación de un alma dividida: una parte anhelando el cielo, otra buscando saciarse en la tierra. Queremos amar bien, pero a veces volvemos a quien nos hiere. Queremos vivir en santidad, pero hay deseos en nosotros que rugen como tormentas. Queremos obedecer, pero la carne se resiste, se rebela, se justifica. Y no es que no amemos a Dios… es que también amamos otras cosas. Ahí es donde duele. Porque el ser humano es profundamente apasionado. Llevamos fuego dentro. Anhelamos intensidad, plenitud, satisfacción. Pero muchas veces confundimos lo eterno con lo inmediato, lo profundo con lo efímero. Y en ese cruce de caminos, terminamos frustrados. Sabemos lo que queremos, pero no cómo obtenerlo. Sabemos lo que debemos hacer, pero no siempre tenemos la fuerza para logra...

PAZ 🕊️

 Me da calma saber que la vida sigue su curso, incluso cuando trae despedidas que duelen. Aunque algunas ausencias dejan huellas, el tiempo sigue avanzando y con él, nuevas oportunidades, aprendizajes y encuentros.   Cada despedida es un recordatorio de que nada es permanente, pero también de que somos capaces de seguir adelante, de sanar y de encontrar belleza en lo que viene.

A VECES SOLTAR NO ES RENDIRSE, ES SALVARTE

 A veces amar también duele. Y soltar, aunque duela más, es necesario. Hay relaciones que nos abrazan, pero también nos desordenan por dentro. Que comienzan como refugio y terminan volviéndose adicción. No es fácil reconocerlo, pero hay vínculos que nos quitan el sueño, que nos llenan de ansiedad, que nos hacen perder el rumbo. Cuando el cuerpo empieza a temblar, cuando ya no puedes dormir, cuando vuelves a viejos hábitos buscando consuelo… es momento de parar. A veces el amor se confunde con necesidad. Y uno empieza a cargar culpas, a sentirse dividido entre lo que quiere, lo que necesita y lo que debe hacer. Terminas juzgándote, castigándote, sintiéndote rota… como si existieran dos versiones de ti que no logras reconciliar. Hasta que un día toca tomar decisiones que duelen. No para herir a nadie, sino para salvarte a ti misma. No se trata de borrar lo vivido, ni de negar lo que se sintió. Se trata de sanar, de volver al centro, de reencontrarse con los sueños que quedaron en pau...