JEHOVA HABLA A MI CORAZÓN CUANDO ESTOY EN EL DESIERTO PERDIENDO LA UNIDAD CON EL ESPÍRITU SANTO POR CAUSA DEL PECADO

JEHOVA HABLA A MI CORAZÓN CUANDO ESTOY EN EL DESIERTO
PERDIENDO LA UNIDAD CON EL ESPÍRITU SANTO POR CAUSA DEL PECADO

Martes 11 de febrero del 2014 hora 4:37 am.

Versículo: Oseas 2:14.  Pero he aquí que yo la atraeré y la llevare al desierto, y hablare a su corazón.

A veces la única forma en que escuchemos la voz de nuestro Padre Celestial, es cuando se nos permite pasar el desierto, en las dificultades que ponen a prueba las emociones, el corazón y por supuesto la fe y amor a su nombre……

¿Porque llegan las pruebas?.... Romanos 8:26, 2 Corintio 11:30, 2 Corintio 12:5, 2 Corintio 12:9, 2 Corintio 12:10.

El Señor conoce nuestras fortalezas y debilidades, pero usa más nuestras debilidades, que las fortalezas, ya que al reconocer que somos débiles y que necesitamos de él, que no somos perfectos, entonces podemos reconocer que él es Dios.
Estos momentos de desierto nos acercan más a la presencia del Señor. No es fácil porque cuando nos damos cuenta que no  somos lo que creemos….que somos culpables de contener maldad, pensamientos reprochables y que el pecado vive en nosotros. Entendemos que aún hay espacios que nos hemos entregado a Cristo. Aunque decimos “ahora no vivo yo, Cristo vive en mí”, pero realmente solo recitamos, ya que no experimentamos esta palabra en nuestro diario vivir.

El pecado no aparece en nuestras vidas en uno de repente, este es fortalecido poco a poco, con pensamientos, contrarios, con reproches, con mentiras, con justificaciones que y corazón, es decir que podemos planear el pecado. (Marcos 14: 10-11).

¿Cómo planeamos el pecado?
·         El que va a iglesia pero refuta todo con su carne y no a la luz de la palabra. Tener una mente vana. (Salmo 94:11).
·         Cuando deseamos algo o alguien en nuestras vidas, idealizando esos pensamientos hasta llegar a materializarlos, como dice la palabra,.. Que el pecado primero se concibe en la mente y nuestro corazón y después da fruto….
·         Cuando no vivo la palabra, no hay tiempo de oración, ocupándome de la carne, consintiéndola, y otorgándole poder a los deseos de la carne.
·         Cuando no vea el propósito de mi vida, y menos precio la vida en Cristo.

“TU PLANEAS EL PECADO, PERO NO PODEMOS PLANEAR EL ARREPENTIMIENTO”. (Hebreos 10:26).

A veces creemos que como la palabra dice que si pecamos y nos arrepentimos él es bueno y fiel, nos perdona, pero el por su bendita misericordia nos somete al dolor del desierto para llegar al arrepentimiento verdadero.
No es fácil, ya que el arrepentimiento viene del amor que tengamos a nuestro Padre, viene de valorar el sacrificio de la cruz, y si lo tengo por menos o como parte de un cuento de ficción nunca vendrá la misericordia y la gracia de Dios.
Podemos sentir REMORDIMIENTO, pero este sentimiento no nos aleja del pecado totalmente, es como sentir guayabo, por un rato nos alejamos pero a la vuelta volvemos a buscar ocasión para agradar a nuestros deseos, cayendo nuevamente en los deseos de la carne, ahondando más la separación de nosotros con la presencia del Espíritu Santo.
Al estar sometidos al pecado, el Señor nos da una mente reprobada, sometida al pecado, sentirnos que todo es posible, que hacemos y deseamos y nada importa solo satisfacer mis deseos.( Romanos 1:28)Y aunque estamos conscientes  que cada vez es más grave la situación, la carne, los deseos, nos enceguecen y toman posición para destruir la obra que Dios ha hecho en nuestras vidas.
Pero, por la gracia de Dios, y por medio de lo que el Señor ha puesto en nosotros nos damos cuenta del error, y como la palabra dice en (Romanos 5:20. Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase, más cuando el pecado abundo sobre abundo la gracia).


Gracias a esa Gracia, comienza en nosotros una lucha, una batalla espiritual y reconocemos el pecado que mora en nosotros, que con gran vergüenza siempre ha morado en nosotros, creyéndonos los más santos. (Romano 7:14).
Cuando estamos en el pecado somos muertos en el espíritu, sentimos que no vale la pena nada, es un andar sin fuerzas, sometidos a una muerte en vida, el Espíritu Santo esta entristecido, deprimido, y perdiéndose el sentido de todo lo que hacemos, porque no está la presencia de Dios en nosotros, ya que el Señor aborrece el pecado. (Romanos 8: 5-14).

En Efesio 4: 17, en adelante habla exactamente de lo que sucede en nosotros cuando permitimos que el pecado tome control de nuestras vidas. (Pensamiento, cuerpo y corazón). ….dice Efesio 4, que al entenebrecerse el pensamiento; esto no es más que dejarnos guiar por los pensamientos de oscuridad producidos por el pecado, haciéndonos ajenos a la vida de Dios, y nuestro corazón se endurece perdiendo toda sensibilidad al pecado solo dando rienda suelta a la carne, cometiendo toda clase de equivocaciones sin sentir culpabilidad ni arrepentimiento, que después de un tiempo nos lleva nuevamente al pecado volviéndose un ciclo vicioso y enfermizo, dándole gusto a los deseos de la carne.

Pero gracias al sacrificio que hizo Cristo en la cruz del calvario, tenemos derecho al perdón y ser redimidos por su sangre. El sacrificio de Cristo quita el pecado. (Hebreos 9:10, Hebreos 9:23, Hebreos 10: 38-39).
Nosotros sabemos que por la sangre de Cristo somos salvos, limpios de pecado y al arrepentirnos alcanzamos el perdón, porque él es bueno y justo para perdonarnos. Pero no podemos creer que si estamos conscientes del pecado que vamos a cometer o estamos cometiendo, podemos ir ante la presencia del Señor y decirle que nos perdone y todo quede a cuentas.  El verdadero arrepentimiento nos aparta del pecado, el verdadero arrepentimiento duele, es de esforzarse, es de corazón, para esto hay que valorar el sacrifico de nuestro Señor Jesucristo en la cruz, hay que entender lo maravilloso de este acto, el valor eterno que tiene la sangre…. El Señor conoce nuestras mentes y corazones, al no se le puede mentir.

Jeremías 17:10.   Dice, Yo Jehová que escudriño las mentes, y pruebo los corazones para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras…. el conoce nuestras intenciones no lo podemos engañar…..nos engañamos a nosotros mismos.

Jeremías 17:9. Dice. Engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso más que todas las cosas, y perverso ¿quién lo conocerá?

Por tanto, el arrepentimiento, es un acto de sacrificio, de esfuerzo de sometimiento de nuestra carne. La palabra dice que debemos someter la carne, crucificarla junto con Cristo en la cruz. (Gálatas 5).
Gálatas 6:8, porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu segará vida eterna.


Así que para alcanzar un verdadero arrepentimiento debemos ser sinceros, y no confundir  el REMORDIMIENTO, por ARREPENTIMIENTO, debemos someternos al juicio justo de Dios, pero sabemos que a los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien, según su propósito es decir para lo cual fuimos llamados. Satanás intentara por todos los medios que caigamos en sus trampas y un Cristiano sin armadura, sin cobertura es un objetivo fácil, pero nuestro propósito en Cristo activa esta palabra citada en Romanos 8:28, y luego ese pecado llega a hacer un peldaño más para nuestro crecimiento espiritual, siempre y cuando entendamos y valoremos el sacrificio de Cristo Jesús en la cruz.

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